Alzatevi, andiamo!

El Post Más Largo

Hola!

Ya he vuelto! Bueno, volví el miércoles de la semana pasada, pero he estado bastante ocupado como para escribir ná. Lo siento.

Antes de nada. IMPORTANTE. FOTOS DE TUBINGEN Y DE PARIS-NORMANDIA. Dadle a "Galeria de fotos", lo teneis a la derecha.

Hace dos semanas que no escribo, y me han pasado mil cosas, así que esto va a ser largo. Tomatelo con calma. No hace falta que te lo leas del tirón, tienes que trabajar, no lo olvides. Pero eso sí, léetelo, no me jodas! Que me he pegao curro que te cagas por tí. Si quieres imprímetelo y te lo lees a ratos en el baño… es una idea. He puesto fotos entre medias para que no te aburras mucho. :-)

Por donde empezar. Hace dos semanas me piré con Twofingers hacia Paris en una especie de coche de jugete que alquilamos. No lo había más pequeño… ni más barato. Un C2 gasolina.

Total, que al principio empezamos en plan económico. Intentamos lo que denominé a principio de curso como “Operación Mortadela” y que todavía no acabamos de poner en práctica. Esto es, no ir en plan pijito, y ahorrar.
Hicimos Lyon – Paris evitando peajes, y de paso viendo pueblecitos.
Muy chulo, pero me doy cuenta que me hago mayor. Es el típico plan que les ha encantado siempre a mis padres, y a mí, como buen hijo siempre me parecía un coñazo. Lo dicho, me hago viejo.

Así que si vais en plan tranqui por la N6 a Paris, os recomiendo Tournus y Autun. Muy chulos.

Total, que el miércoles noche llegamos a Paris. Como siempre, Falo nos acogió en su casa. Es un crack.

El jueves decidimos ver un poco París, así que nos fuimos desde Montmartre (donde vive Falo) hasta la torre Eiffel… ¡ANDANDO! Pero lo mejor es que… ¡TAMBIÉN VOLVIMOS ANDANDO! Olé nuestros güevos, ¿eh? Todavía no me lo creo. Desde lo alto de la Torre Eiffel se veía Montmartre a toooooooomar por saco. Calculamos que hicimos entre 12 y 14 km entre ida y vuelta. “Pas mal” como dicen aquí.

Esto es desde Sacre Coeur, en Montmartre.

Y esto es Sacre Coeur, visto desde lo alto de la Torre Eiffel. Lo dicho, a tomar por saco (y eso que la foto es con zoom).

¿He dicho que Falo es un crack? Pues sí, y para demostrarlo organizó unas copas en su casa el jueves noche con toda su comunidad española. La liamos parda. Niñas monas, algo de cerveza, mucho vino… y más niñas monas. Me reencontré con Manu, un amigo mío de COU que hacía 7 años que no nos veíamos y resulta que curra en París y es amigo de Falo.
El mundo es un pañuelo, o como dice Antón… no es un pañuelo, es un moco.
Para qué negarlo, gran borrachera.
Bailé como hacía mucho tiempo que no bailaba. Estaba aún menos tímido que de costumbre.

Falo es el de vaqueros y camisa azul abierta a lo macho ibérico.

No somos turistas de estos de aprovechar el tiempo a tope, sobre todo después de semejante juerga, así que nos levantamos con calma, y llegamos al Louvre a las 18:00. Sin estrés.

Nos habíamos falsificado unos carnets, por los que Edu y yo somos alumnos de Bellas Artes… del Pais Vasco… Jajaja! Surrealista, eh?
Pero no pudimos usarlos, porque los viernes a partir de las 18:00 es gratis el Louvre. Vaya hombre! Con la ilusión que nos hacía…

Dimos una vuelta rápida. Giocconda, estatuas griegas, algo de barroco… Personalmente no me gusta la Giocconda. ¡Sí qué pasa! Hay gente que no le gusta el chocolate… pues a mí no me gusta la Giocconda de las narices.

El viernes noche fuimos a un irlandés en Campos Elíseos donde empezaban a trabajar las Marías. Estuvo bien, para mí fue lo mejor de la noche. Luego intentamos ir a alguna discoteca y está chungo en París. En la primera no nos dejaron entrar, y algunos que estaban dentro nos dijeron que prometía. Así que nos fuimos a otro sitio cerca y fue una chusta. Sentados en plan carca en un sitio megafashion, donde nos pusieron unos cóckteles/copas supercaros. Rollo parisino…

Al día siguiente tampoco madrugamos. Fuimos con las Marías andando a las 19:00 al Marché au Puce (Rastro) de Clignoncourt pero ya estaban chapando. Estamos en la parra. Así que nos organizamos una cenita en casa de Falo con las niñas, y luego salimos.

Noche algo desastrosa. Quedamos con Alex, nuestro compañero de proyecto aquí en Lyon, porque él es de París. Y en vez de llevarnos él a sitios, acabamos nosotros llevandole a él. Poca iniciativa. Después de algún garito fallido, estuvimos en un sitio divertido, donde las copas cotizan como en la Bolsa. Hay unas pantallas, donde cada 120 seg cambia el precio de las copas según la demanda. Muy divertido, pero es un timo porque siempre es más y más caro. No compensa a no ser que vayas muy pronto, o muy tarde.
Intentamos entrar en otro sitio, pero chapaban. Así que a casa.
Está visto que sin Falo estamos desorientados por la noche.

Al día siguiente habíamos prometido a las niñas llevarlas al Marché au Puce, pero esta vez al de Saint Ouen, que nos dijeron que es mejor y más grande. Y en efecto, era la caña. Visita obligatoria si vais a Paris. Es la caña. Puedes encontrar cualquier cosa.

Edu y yo nos compramos sendas chaquetas de pana, en plan para salir por la noche en plan pijito, por 30 € cada una. Manu nos contó que él se las compraba ahí, y luego las llevaba al tinte y listo. Nosotros prescendimos de tinte… es que están cojonudas.

Llevé a los infieles a mi terreno y fuimos a ver Notre Dame y aprovechamos para ir a misa. Misa preciosa, de la cual me perdí algunos instantes dando alguna leve cabezada. Menos mal que tenía a Maria al lado para darme unos oportunos codazos cuando era muy cantoso que me dormía.

Edu y Las Marías con Notre Dame de Paris detrás.

Eso fue el domingo básicamente. Luego intentamos hacer una visita sorpresa a Falo a su Starbucks, pero fue imposible encontrarlo y fue él quien tuvo que salir a por nosotros. Un desastre de sorpresa.

Al día siguiente…. ¡¡ NORMANDÍA !!

Engañamos a las Marías para que se vinieran con nosotros ya que también estaban de vacaciones. Así que insensatamente, nos metimos cuatro personas con equipajes en un minúsculo C2 con rumbo a las playas del Desembarco.

Ese mismo día por la mañana llegamos a Mont Saint Michel. Espectacular.

Es impresionante. En esta zona las mareas suben a la velocidad del galope de un caballo. Así que ojo con bañarse.
Nos cogimos una visita guiada, por supuesto en francés, por la abadía. Siempre es mejor que pasearse sin más, aunque el guía me tocó un poco los cojones metiéndose con la Iglesia.
Pasamos la mañana con calma por Mont Saint Michel. Luego salimos hacia Cherburgo.

De camino paramos en un pueblecito pesquero superbonito, que no me acuerdo del nombre, y pillamos folletos en una oficina de turismo que nos vinieron fenomenal.

Genial el parte meteorológico con santoral y refrán incluidos que ponen todos los días en esa oficina de turismo. Guapete el hombre del tiempo, ¿eh?

Ese día comimos en Saint Vaast (creo recordar que se escribía así). Una pasada de pueblo. Superbonito. Con un buen puerto deportívo, y una bahía genial para hacer vela, con isla incluida.
Ahí comimos en el paseo marítimo. Pedimos todo lo típico de allí. Ostras para empezar. Sí, sí. Ostras. Viviendo al límite. Hay quienes hacen puenting, nosotros hicimos "ostring". Arriesgando a tope.

Edu echandose una siesta en Saint Vaast

Ya por la tarde paramos en Granville y estuvimos en unos acantilados con bunkers alemanes. Una pasada. Muy bonito, de hecho tendríamos que habernos quedado a cenar allí.

Tiramos hacia Cherburgo. Llegamos de noche. Aparcamos en el muelle, y nos salió el comité de bienvenida en forma de patrulla de policía. ¡Y sólo llevabamos 5 minutos en la ciudad! Todo un récord.

Nos habíamos saltado una pedazo de línea contínua casi más ancha que larga. Empezamos a besarles el culo. Que si éramos Erasmus, coche alquilado, estudiantes… Empiezan las preguntas extrañados. “¿Habeis venido a Cherburgo de vacaciones? ¿Qué estudiais? “ Yo creo que las preguntas se las hacían a las niñas, pero por desgracia para los polis, que eran muy jóvenes, respondíamos Edu y yo. Yo pensando: “ya verás, ahora nos pillan el carnet falso de Bellas Artes y al trullo”. Pero no, lo que pasa es que no se creían que el carnet de conducir de Edu fuera auténtico. Así que para demostrarle que todos los carnets españoles son igual de cutres le saqué el mío. Comprobaron datos. Seguimos besándoles el culo. He de decir que Edu es todo un maestro. Mientras las niñas sonriendo y poniéndo cara de buenas.

Total que al final no nos ponen multa ni ná, e incluso nos dicen dónde cenar a esas horas de la noche.

Cenamos muchísimo en una especie de restaurante con pretensiones a la americana.

Luego a buscar un sitio dónde dormir. 2 a.m., así me gusta, todo bien planeado. Nos pusimos a buscar un hotel “Formula 1” que debía estar en algún lugar de la ciudad. Esos eran más o menos nuestros datos.

Finalmente a eso de las 4 a.m. lo encontramos.

Por el módico precio de 29 € dormimos los cuatro en la misma habitación. ¡Eh! ¡Eh! ¡Espera! No empieces a montarte películas, te explico la distribución. Las Marías en una cama de matrimonio, yo en una especie de litera de tren, y el pobre Edu en el suelo (las habitaciones son de 3 máximo).

Por dárselas de duro y dormir en el suelo, Edu se pasó todo el día siguiente medio sobao en el coche. Así que me tocó conducir todo el día. Eso sí… yo encantao, ¿eh?

Ese martes empezaba nuestro “Día D”

Siguiendo los sabios consejos de Quique Gómez, nos dirijimos a Point Du Hoc.

Point Du Hoc fue una pasada. También es que a mí las extensiones de hierba, campo abierto y tal producen en mí algo así como lo contrario a la agorafobia. Es decir, entro en un estado de euforia, que vuelvo a los 7 años y no paro de corretear de arriba abajo y subir y bajar a todo aquello escalable, subible o columpiable. Si encima estoy en un campo de hierba con crateres de bombas y bunkers… ya es la locura. Me metí en cada crater, hice eco en todos los bunkers, me monté mi propia peli de guerra en los acantilados, corrí entre los espinos, y hasta hice efectos especiales de metralleta y bombas, para vergüenza ajena de mis amigos, y asombro de los guiris de por allí.

Lo pasé pipa. (Gran expresión española, por cierto)

Haciendo el muerto dentro de un crater.

Las niñas, mar y acantilado a la derecha, cráteres de bombas a la izquierda, y un bunker al fondo.

Al salir de Pint Du Hoc, empezó a llover y nos fuimos a la playa de Omaha, la más famosa del Desembarco de Normandia. La playa del Soldado Ryan.

Los cobardes que me acompañaban, no se bajaron siquiera del coche, pero yo, aprovechando todavía el subidón de adrenalina que me duraba de Point Du Hoc me acerqué hasta las olas aún lloviendo.
La playa de Omaha es una playa inmensa. Pero inmensa que te cagas. Antes de bajarme del coche pudimos ver 3 caballos que iban a medio galope por la playa. Una pasada.
La marea estaba baja, y la orilla estaba a tomar por saco del coche. Así que aún lloviendo, dejé al listo de Eduardo en el coche en una sesión de cosquillas con dos niñas monas (no sabe nada el tío) mientras yo me daba un paseo por la playa hasta el agua.
Tuve que atravesar algun riachuelo en la playa, así que me quité los zapatos, y me remangué los pantalones… aunque no lo suficiente. Acabé empapado.

Después de un rato andando llegué a la orilla. Sólo pude meter los pies un poco, pues el dolor de millones de agujas me decían que aquello no podía ser bueno para mi cuerpo. El cuerpo es sabio, y aquello no le molaba nada. Hice un par de intentos más, por aquello de “la circulación”, pero como las niñas estaban en el coche tampoco había por qué darselas de machote estándo yo solo. Jejeje!

Volví al coche después de 20 minutos empapado y con una sonrisa de oreja a oreja. Encontré a Eduardo en estado semicomatoso, intentando no ahogarse en su baba mientras las niñas le hacian cosquillas.

El chaparrón aumentó, así que decidimos ir a dejar a las niñas a Paris, y de madrugada pirarnos a Lyon.

Todavía no sé cómo, pero las convencimos para que se vinieran a Lyon, ya que estaban de vacaciones, y para perder el tiempo en Paris, mejor que lo perdieran en Lyon con nosotros.

Así que salimos temprano de Paris a Lyon. Llegamos demasiado tarde para devolver el coche en el alquiler, así que nos lo quedamos un día más (pagando otros 30 €), pero así lo aprovechamos para pasear a las niñas hasta Fourviere, que es una basílica que domina Lyon desde una colina. Tiene una vista espectacular.

Lyon desde Fourviere

¿Qué os parece mi nuevo look?

Bueno, aquí resumo un poco, que debes de estar hasta los cojones de leer. Si has llegado hasta aquí, mi enhorabuena.

Al día siguiente cenamos todos con Apón y Gloria en una calle muy típica de Lyon. Hacía muy bueno y cenamos en la terraza de un restaurante, mientras una loca nos cantaba con un magnetofón para amenizarnos la noche.

El viernes picnic en plan bucólico en el parque de la Tête D’Or, que es un parque inmenso (lago incluido) y precioso que le da mil vueltas al Retiro, y está al lado de la uni.

Edu y Apón

Es bastante Central Park, ¿verdad?

El viernes a última hora Edu y yo nos fuimos a ensallar para el proyecto que teníamos el martes, y despedimos a las niñas, que se piraron a Paris.

Os contaré la “defensa del proyecto” que tuvimos este martes. Surrealista es poco. Pero de momento te dejo descansar ante esta saturación de batallitas.

Si has llegado hasta aquí… ya que estás… déjame un comentario en el blog, anda…

Bueno, besos y abrazos al gusto del consumidor.

Prometo escribir más a menudo, y no cada dos semanas estos pedazo de tochos.

Insisto. IMPORTANTE. FOTOS DE TUBINGEN Y DE PARIS-NORMANDIA. Dadle a "Galeria de fotos", lo teneis a la derecha.

Escrito por Quique a las 5 de Mayo 2005 a las 03:07 AM